18 de mayo de 2011

XVI Marcha Cicloturista de Sierra de Gata (Moraleja)





Altitud min: 260 metros, max: 872 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.931 metros, bajando: 1.933 metros

El pasado domingo 15 de Mayo se celebró la primera prueba de la Challenger Extremeña de la temporada 2011. Día magnífico para la práctica de ciclismo, con una temperatura agradable y muchas ganas de bicicleta. Los aproximadamente 70 ciclistas salimos de Moraleja un poco después de las 9 de la mañana. La marcha estaba catalogada como difícil y ya en los primeros kilómetros, cuando se sube a Perales del Puerto y Fatela, se confirma esa calificación; 15 kilómetros y ya habíamos empezado a subir a buen ritmo. Este fue mi momento de duda: ¡Caray! Quedan unos 100 kilómetros llenos de pendientes mucho más duras y largas que estas, que no son ni el aperitivo... Pero mirándolo por el lado bueno, había subido realmente cómodo, incluso en parte de charleta con Miguel -el otro participante de Mérida-, llevaba hasta ahora una media de 22 km/h (la que media marcada por la organización era 20 y esa sería la referencia por la que me guiaría durante toda la marcha para dosificar las fuerzas), hacía un día estupendo y tenía muchas ganas de superar este reto; sería mi mayor recorrido con tanta subida hecho hasta la fecha .

Hasta Gata, fui acoplándome con otros ciclistas (gente maja la de Ciudad Rodrigo) que se tomaban el recorrido con calma, afrontando algunos de los tramos más duros, pero que el superarlos me iban dando confianza. A ritmo constante y sacándole partido al compac, subía cómodo, gastando las energías justas y tratando de disfrutar de los maravillosos paisajes por los que discurría toda la marcha.

Después de reagruparnos arriba, iniciamos el descenso, donde uno de los participantes del club local tuvo una seria caída. Parece ser que sufrió un reventón en la rueda trasera que le hizo perder el control. Fue evacuado en ambulancia. Luego nos enteramos que después de las primeras pruebas que le hicieron no le encontraron nada serio, pero se quedó ingresado en observación.

La siguiente dificultad fue el ascenso a Hoyos, donde ya se notaba el calor del día -menos mal que opté por vestir de corto-. Después de un breve descenso, enfilamos otra subida, esta vez hasta Villamiel, donde nos esperaba el avituallamiento. Esta subida es la que más dura se me hizo de todo el recorrido. El Guardia Civil que nos acompañaba en moto era muy buena gente y constantemente nos animaba a los que íbamos cerrando el pelotón. La merienda constaba de sandwich triple de fiambre, aquarius, chocolatina y plátanos. Se podía repetir (quien le diera tiempo). Después del avituallamiento, seguimos subiendo por una zona con firme irregular, muy bonita, arbolada y con sombra. Como anécdota, tuve un problema al encalar en plena rampa, cuando de repente sentí en mi espalda que me daba impulso alguien que debía ir montado en una especie de cohete; luego supe que mi benefactor era Eladio Jiménez y que el artefacto que montaba se regía por los mismos principios físicos que el mío; lo que pasa es que el motor, obviamente, era distinto. El descenso complicado por el estado del firme, que nos hacía botar de tal manera que llegué a San Martín de Trevejo con los brazos doloridos.

Ya hasta el final mucho recorrido rompepiernas que, junto con lo que llevábamos de atrás, hizo que la dureza de la ruta no mermara hasta llegar de nuevo a Hoyos. De allí hasta Moraleja ya era terreno fácil para llegar a la meta con el aliento recuperado.

En conclusión; una marcha magnífica por unos parajes privilegiados para disfrutar de este deporte: bellos paisajes, carreteras buenas y sin tráfico, y ascensiones constantes para poner a prueba nuestras piernas. En lo personal ha supuesto superar todo un reto y subir un escalón más. He comprobado que con un entrenamiento planificado y constante con el rodillo se puede lograr una forma más que óptima, aunque no se tenga tiempo suficiente para hacer grandes salidas.


Números del cuenta

DISTANCIA: 105,78 km
TIEMPO: 4:49:20
VELOCIDAD MEDIA: 21,9 km/h




Juan Luis García